domingo, 7 de octubre de 2012


SINCERIDAD DE UN PREDICADOR RESPONSABLE. 
Fuente: Gregorio Polanco.


Un predicador amigo comenzó su sermón de la Siguiente manera:

Les pido a todos en el Nombre de Jesucristo que me presten atención en esta noche.

Yo creo que Dios hace milagros, yo creo que Dios sana enfermos, yo creo que Dios echa fuera demonios. Hace unos minutos ustedes vieron como se levantó ese paralítico de la silla de ruedas, pero yo no les voy a decir a ustedes que el principal motivo por el que
 estoy aquí en esta noche es para sanar tu cáncer, ni para levantar a los paralíticos. La Iglesia ha fallado en eso.

Estoy aquí para decirle que usted es un candidato al infierno, y si su Iglesia no se lo ha dicho, es porque no le predica la verdad. 

Estoy aquí para decirle, que aunque usted dance y hable en lenguas, si no deja de pecar allá cuando está en su cuarto viendo pornografía y sigue sucumbido en ese pecado se va a ir para el infierno.

Estoy aquí en esta noche para hablarles la realidad, que no importa que usted sea Luterano, Wesleyano, Calvinista, Arminiano, Prebisteriano, Pentecostal, Bautista, si no se arrepiente va para el infierno, junto al diablo y sus demonios.

Estoy aquí en esta noche para decirle, que aunque usted cante coritos, toque guitarra, sea pastor, evangelista o sea diácano, así des dinero, y hagas 20 mil misas, y prendas 20 mil velas, y gatees 2 cuadras de rodillas, si no te conviertes y te santificas, te va a llevar el diablo al infierno.

ESTA ES MI PRIORIDAD HOY, LA SALVACIÓN DE TU ALMA, NO LA SANIDAD DE TU CUERPO, LA PRIORIDAD ES QUE TU COMPRENDAS QUE DIOS OBRE EN TI. 

Se le ha dado un énfasis a todo lo demás, y la gente llega al Evangelio y le prometen cosas... Y eso no es así, la cosa es que el hombre está perdido en el pecado y si muere sin arrepentimiento y conversión se irá al infierno.

(EN TODA LA NOCHE LA IGLESIA NO APLAUDIÓ Y ESTUVO ATENTA A LA PREDICA, A NADIE LE DIO GANAS DE ORINAR, NI DE BEBER AGUA... PRIMERA VEZ EN SUS VIDAS ESTABAN OYENDO LA VERDAD Y NO PODÍAN LEVANTARSE Y PERDERSE TAL BENDICIÓN).